LLAMAS A LA PUERTA
Llamas a la puerta, entra, sonríes,
un poco de polvo sobre tus pestañas
y el canto del sol sobre tus labios.
Luego con delicada ternura
se transforman tus ojos en arco iris,
pones tus dos manos cansadas
sobre las sienes del hombre matutino.
Mientras una paz indecible, una música
que sólo el oído enamorado del corazón puro entiende,
invaden el espacio de esta minúscula habitación
donde sólo, a veces,
sangrando de indiferencia y siendo extenuado por amor
se adelantan sobre puntillas de pie
Dios, los ángeles y los muertos.
¡ Y alma contra alma, oyes
en este día virgen de junio
el tiempo vestirse de luz extrema
y de belleza insospechada!
Traduit en espagnol par Janice Montouliu (Uruguay)
jeudi 17 décembre 2009
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