lundi 28 juin 2010

LA FOI (eb espagnol)

LA FE

A Kram Ngoy

Fe, fe de luz,
cargada de rosas blancas
¡ Mi inocencia!

Agua dulce de mi vida,
¡ Mi río vivo!

Fe
que me purificas,
me eres querida,
me trasladas!

Velas sobre mí
cuando las aves de la tristeza
vienen por la noche para picotear
los granos olorosos
de mi memoria!

Tú,
medida del tiempo,
morada discreta
de felicidad!

Alma, levántate,
pon tu vestido de poesía
y marcha hacia la Flor pura!


Athanase Vantchev de Thracy

Marrakech, el 26 de junio de 2010
Glosa:

Kram Ngoy (1865-1936): poeta clásico camboyano. He aquí lo que ha dicho sobre él Keng Vansak en la Revista francesa, N ° 206, enero de 1968:

" Es él tradición de realismo crítico y constructor que permitió el nacimiento de un gran poeta nacional khmer al siglo de la represión colonial. Es nuestro Kram Ngoy verdadero poeta popular y patriota. Los versos naturalmente fluían de su boca en forma de cantos que él mismo acompañaba con su guitarra monocorde. Esta guitarra, la llevaba con él a todas partes, rimando sus poemas que brotaban de su corazón compasivo y de su conciencia dolorosa. En efecto, veía las malas acciones del poder colonial contra el cual no podía hacer gran cosa.
Entonces, de pueblo en pueblo, de pagoda en pagoda, de casa en casa, cantaba la miseria, la pobreza y sobre todo el peso de los impuestos (hasta sobre un puñado de arroz) que los administradores coloniales hacían llover sobre la espalda de los campesinos de Khmers. Y esto sin ningún odio, pero con un grito vibrante de dolor delante de la inercia, la pereza, la ignorancia y la falta de solidaridad de sus propios compatriotas. No podía creer que Khmers viviendo sobre su suelo se dejaba dominar y notificar por los comerciantes ricos y chinos, los cuales " llegaban de China con los pantalones sobre las rodillas ". Todo esto " por culpa de los Khmers mismo que, por pasividad, se contentaban con comprar todo sin producir nada ". Lloraba delante del embrutecimiento de sus compatriotas a causa de las supersticiones y creencias absurdas mantenidas por personas interesadas. Sufría de ver a los monjes mismos reñirse en nombre del nuevo o en nombre del antiguo Dharma y esto para la misma doctrina de Buda.Exhortaba a sus compatriotas a la concordia, al trabajo, al estudio, a la conciencia, y sobre todo a la unión nacional con el fin de resistir mejor a las dificultades de la vida y a la rapacidad de los extranjeros.
Todos sus cantos fueron objeto de una colección de poemas. Encontraron eco en la Sra. Susana Karpelès, directora del Instituto budista de Pnom-Penh. Aceptó hacerlos publicar y en recompensa a nuestro poeta, le dio una piastra.

Era poco, pero enorme por el significado de tal gesto casi histórico que mostraba que los franceses no eran todos los colonialistas, sino que existía bien entre ellos los defensores sabios de la cultura nacional khmére "

Traduit en espagnol par Janice Montouliu

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